Invertir tiempo en optimizar los procesos de nuestra empresa es una de las inversiones más útiles que podemos llevar a cabo en nuestro negocio. Cada mejora realizamos los procesos es una mejora que repercute en todos y cada uno de los aspectos de la organización. Desde los niveles de rentabilidad hasta la mentalidad de la empresa. Los procesos conforman el ADN de nuestro negocio, y mejorarlos de forma continua ha de ser una de nuestras premisas.
En esta ocasión, vamos a centrarnos en hablar de un método surgió en Japón durante la década de los 50 llamado: el método Kaizen.
El Kaizen es un movimiento que se originó en Japón como resultado de la necesidad del país de alcanzar el nivel del resto de naciones occidentales para poder competir con ellas. Kaizen es lo opuesto a la conformidad y complacencia. El método Kaizen es un sistema de gestión que está orientado a la mejora continua de procesos en busca de erradicar todas aquellas ineficiencias que conforman un sistema de producción. El rápido avance tecnológico, la creciente y feroz competencia entre organizaciones o el recortado ciclo de vida de los productos hace inevitable que las empresas de hoy en día se concentren en maximizar la calidad con unos costes de producción bajos, así como un menor tiempo de respuesta ante posibles imprevistos. Y aquí es donde entre en juego el sistema japonés Kaizen, el cual destaca por su sencillez y su clara visión práctica.
Kaizen está formado por las palabras “kai” y “zen” que viene a significar algo así como “cambio a mejor” y derivando en el tema que nos ocupa hoy: la mejora continua de procesos. El Kaizen sobresale del resto de filosofía y sistemas de gestión ya que puede ser aplicable tanto a nivel social como a nivel empresarial o de negocios. En este último caso, el método Kaizen se caracteriza por utilizar una cultura de involucración a nivel global de toda la empresa, desde las altas esferas del consejo de administración hasta el último peón de fábrica.
Las 5 S del método Kaizen
Para que el Kaizen sea efectivo debe entrar en juego un elemento más: las cinco S. El objetivo de las “cinco S” es introducir tanto el orden, como la disciplina en el lugar de trabajo y contribuir tanto a la eliminación de derroches dentro del sistema de producción, como a mejorar las labores de mantenimiento de equipos y reducir los accidentes laborales. Es un proceso de “mejora continua que involucra a todos”.
Así pues, las “cinco S” son:
Seiri: el primer paso es distinguir entre los elementos necesarios de aquellos que no lo son en un sistema productivo.
Seiton: hay que listar manera ordenada todos los elementos que nos han quedado tras el Seiri. El Seiton lleva a organizar los elementos necesarios para reducir el tiempo de búsqueda y esfuerzo.
Seiso: la S más importante de todas ya que hace referencia a la necesidad de identificar el problema para ponerle remedio. Debemos conocer todas las estrategias y procesos en los que está inmersa la organización y en caso de identificar un error se le tendrá que poner solución.
Seiketsu: la compañía debe tener a su alcance los recursos necesario para fomentar un buen ambiente y competitividad necesaria en la plantilla. Para ser el mejor se debe contar con las mejores herramientas de trabajo.
Shitsuke: promover la idea del Kaizen y fomentar el compromiso con “las cinco S”. Estos cinco puntos no servirán de nada si no hay compromiso.
Conclusiones
Básicamente, lo que propone el método Kaizen es la eliminación de todos aquellos grandes desperdicios que origina un sistema productivo y que ponemos enumerar en siete categorías diferenciadas: defectos, exceso de producción, transporte, esperas, inventarios, movimiento y procesos innecesarios. Así pues, nos abocamos hacia un modelo basado en la perfección total y en una mejora continua de procesos. Nuestro sistema debe ser mejorado de manera constante, entendiendo el concepto del Kaizen como un medio o camino a seguir, nunca como un objetivo final.
Algunos ejemplos prácticos de la filosofía de producción basada en el método Kaizen lo tienen empresas japonesas como Toyota o Sony que desde los años 80 llevan a cabo un mejoramiento continuo de los estándares productivos en busca de lo llamado como “cero defecto”. Este concepto se marca como objetivo identificar en profundidad a una producción inadecuada hasta conseguir una total ausencia de desperfectos.
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